15.5.06

Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 76, Autor: Francisco Fernández Carvajal

Pero para hablar con Dios, presente realmente en el alma en gracia, es necesario el recogimiento de los sentidos, que tienden a desparramarse y quedarse apegados a las cosas; sabernos “templos de Dios” y actuar siempre en consecuencia; rodear de amor, de un silencio sonoro, esa presencia íntima de la Trinidad en nuestra alma.