29.10.13
Mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Juventud 2003 Nº 6
Queridos
jóvenes, sólo Jesús conoce vuestro corazón, vuestros deseos más profundos. Sólo
Él, que os ha amado hasta la muerte, (cfr Jn 13,1), es capaz de colmar
vuestras aspiraciones. Sus palabras son palabras de vida eterna, palabras que
dan sentido a la vida. Nadie fuera de Cristo podrá daros la verdadera
felicidad. Siguiendo el ejemplo de María, sabed decirle a Cristo vuestro “sí”
incondicional. Que no haya en vuestra existencia lugar para el egoísmo y la
pereza. Ahora más que nunca es urgente que seáis los “centinelas de la mañana”,
los vigías que anuncian la luz del alba y la nueva primavera del Evangelio, de
la que ya se ven los brotes. La humanidad tiene necesidad imperiosa del
testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a caminar contra
corriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo la propia fe en Dios, Señor
y Salvador.
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