| Dame la fuerza de buscarte! Señor Dios nuestro, en ti creemos, Padre, Hijo y Espíritu Santo. (...) |
| Te he buscado |
| en cuanto me ha sido posible, |
| en cuanto tú me has hecho capaz, |
| y he tratado de comprender con la razón lo que creía con la fe; |
| mucho he discutido y mucho me he esforzado. |
| Señor y Dios mío, mi única esperanza, |
| óyeme para que no sucumba al desaliento y deje de buscarte; |
| ansíe siempre tu rostro con ardor. |
| Dame la fuerza de buscarte, |
| tú que te dejas encontrar |
| y que me has dado la esperanza de poder encontrarte cada vez más. |
| Ante ti está mi fuerza y mi debilidad; |
| conserva aquélla, sana ésta. |
| Ante ti está mi saber y mi ignorancia. |
| Allí donde tú me has abierto, acoge a quien entra; |
| allí donde has cerrado, abre a quien llama. |
| Haz que me acuerde siempre de ti, |
| te comprenda, |
| te ame. |
