Si estáis aquí, es porque sois unos rebeldes encantadores. Por desgracia, en el mundo, ahora sólo hay ímpetus de porquería. Se habla a toda hora de cosas sexuales, de violencia, de enriquecerse de cualquier manera, de no preocuparse de los demás. Y no se habla de Dios.
Pero vosotros, que os habéis dado cuenta de que ese mundo trata de llevaros a vivir vida animal, habéis respondido: ¡no!, no quiero ser una bestia.