Mas,
cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era digno
de reprensión. Pues antes que llegaran algunos del grupo de Santiago, comía en
compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, se le vio
recatarse y separarse por temor de los circuncisos. Y los demás judíos le
imitaron en su simulación, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio
arrastrado por la simulación de ellos. Pero en cuanto vi que no procedían con
rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos:
«Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los
gentiles a judaizar?
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