13.10.07
Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a los Profesores y Alumnos de las Universidades y Ateneos Eclesiásticos de Roma, 23-X-2006
Quien quiera ser amigo de Jesús y convertirse en su discípulo auténtico ―sea seminarista, sacerdote, religioso, religiosa o laico― no puede por menos de cultivar una íntima amistad con él en la meditación y en la oración. La profundización de las verdades cristianas y el estudio de la teología o de otra disciplina religiosa suponen una educación en el silencio y la contemplación, porque es necesario desarrollar la capacidad de escuchar con el corazón a Dios que habla.
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