¿Dónde
encontráis la alegría de amar? En la eucaristía, la santa comunión. Jesús mismo
se hizo "pan de vida" para darnos vida. Noche y día está allí. Si
vosotros realmente queréis crecer en el amor, volved a la eucaristía, a esta
adoración. En nuestra congregación, teníamos la costumbre de tener la adoración
una vez a la semana durante una hora; después, en 1973, decidimos tener la
adoración cada día durante una hora. Tenemos mucho trabajo; por todas partes
nuestras casas para enfermos y moribundos indigentes están llenas. Pero a
partir del momento en que comenzamos la adoración cada día, nuestro amor por
Jesús se volvió más íntimo, nuestro amor por cada uno más benévolo, nuestro
amor por los pobres más compasivo.
Mirad el tabernáculo y ved lo que
significa ahora este amor. ¿Soy consciente de eso? ¿Mi corazón es lo bastante
puro para que vea allí a Jesús? Con el fin de que para vosotros y para mí sea
más fácil ver a Jesús, él mismo se hizo "pan de vida"; con el fin de
que pudiéramos recibir la vida, una vida de paz, una vida de alegría. Encontrad
a Jesús y encontraréis la paz.