19.8.21

del Discurso del Arzobispo Charles Chaput en la Conferencia del Instituto Napa, 27 de julio de 2017

Cuando los jóvenes me preguntan cómo cambiar el mundo, les digo que se amen, se casen, se mantengan fieles, tengan muchos hijos y críen a esos hijos para que sean hombres y mujeres de carácter cristiano. La fe es una semilla. No florece de la noche a la mañana. Se necesita tiempo, amor y esfuerzo. El futuro pertenece a las personas con niños, no con cosas. Las cosas se oxidan y se rompen. Pero cada niño es un universo de posibilidades que alcanza en la eternidad, conectando nuestros recuerdos y nuestras esperanzas en un signo del amor de Dios a través de las generaciones. Eso es lo que importa. El alma de un niño es para siempre.

23.1.21

Ascética Meditada, Cáp. 1, Autor: Salvador Canals

¿Pero dónde buscar al Señor? ¿Cómo acercarse a Él y conocerlo? En el Evangelio, meditándolo, contemplándolo, amándolo, siguiéndolo. Con la lectura espiritual, estudiando y profundizando la ciencia de Dios. Con la Santísima Eucaristía, adorándolo, deseándolo, recibiéndolo.

El Evangelio, amigo mío, debe ser tu libro de meditación, el alma de tu contemplación, la luz de tu alma, el amigo de tu soledad, tu compañero de viaje. Que se habitúen tus ojos a contemplar a Jesús como hombre perfecto, que llora por la muerte de Lázaro, y sobre la ciudad de Jerusalén; a verlo padecer el hambre y la sed; habitúate a contemplarlo sentado en el pozo de Jacob, cansado del camino y esperando a la samaritana; a considerar la tristeza de su alma en el huerto de los olivos, triste está mi alma hasta la muerte, y su abandono en el árbol de la Cruz; y sus noches transcurridas en oración, y la enérgica fiereza con que arrojó del templo a los mercaderes, y su autoridad al enseñar, como quien tiene potestad-. Llénate de confianza cuando lo veas –movido su corazón a misericordia por las muchedumbres- multiplicar los panes y los peces y regalar a la viuda de Naim su hijo resucitado a nueva vida y restituir a Lázaro, resucitado, al cariño de sus hermanas...