27.3.10

La Puerta Angosta, autor: Federico Suarez

Crece la inteligencia, crece la experiencia, crecen los conocimientos del mundo y de las cosas. ¿Crece, también, a compás con el desarrollo de la mente, el conocimiento de Dios y del mundo sobrenatural? A mi juicio, y según se observa en la Universidad (y fuera de ella), la respuesta es no,
¿qué esperanza le queda al mundo si los que deben salvarlo, por ignorar la doctrina de la salvación, se han hecho incapaces de darle nada, pues ellos mismos tienen aún sus propias inteligencias sin salvar?
Nuestra debilidad, nuestra negligencia, nuestra mediocridad esta haciendo mucho daño a toda la Iglesia, lo cual equivale a decir a todos los demás. Y nadie tiene derecho a hacer daño a otros.

artículo completo en: con toda tu mente

Evangelio según San Lucas 1, 46-55

Mi alma engrandece al Señor,
y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador,
porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava; por eso desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones,
porque ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso, cuyo nombre es Santo,
y su misericordia pasa de generación en generación para los que le temen.
Manifestó el poder de su brazo y dispersó a los soberbios en los proyectos de su corazón.
Derribó a los poderosos de sus tronos y ensalzó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos los despidió con las manos vacías.
Acogió a Israel su siervo, recordando su misericordia,
como había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.

20.3.10

Surco Nº 941, Autor: San Josemaría

Algunos no saben nada de Dios..., porque no les han hablado en términos comprensibles.

Evangelio según San Lucas 12, 11-12

Cuando os lleven a las sinagogas y ante los magistrados y autoridades, no os preocupéis de cómo defenderos o de qué habéis de decir, pues el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que conviene decir.

14.3.10

Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 9, 7-8

Cada uno actúe según determinó en su corazón: no de mala gana ni por necesidad, pues Dios ama al que da con alegría. Y poderoso es Dios que puede colmaros de toda gracia, para que, teniendo lo necesario siempre y en todo, abundéis en toda obra buena.

Vía Crucis, II; Autor: San Josemaría

¿no es verdad que en cuanto dejas de tener miedo a la Cruz, a eso que la gente llama cruz, cuando pones tu voluntad en aceptar la Voluntad divina, eres feliz, y se pasan todas las preocupaciones, los sufrimientos físicos o morales?

Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 5, 18-21

Todo procede de Dios, que nos ha reconciliado con Él por medio de Cristo, y nos ha confiado el misterio de la reconciliación. Porque en Cristo estaba Dios reconciliando consigo al mundo, no tomándole cuenta de sus pecados, sino dándonos la palabra de reconciliación. Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios os exhortara a través nuestro. Os suplicamos en nombre de Cristo: reconciliaos con Dios. A aquel que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que nos hiciéramos justicia de Dios en él.