30.9.08

Carta de San Pablo a los Filipenses 1, 2-11

Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de vosotros, rogando siempre en todas mis oraciones por vosotros con alegría, por vuestra participación en el Evangelio desde el primer día hasta ahora, convencido de esto: que quien comenzó en vosotros la obra buena la llevará a cabo hasta el día de Cristo Jesús. Para mí es justo sentir así de todos vosotros, por cuanto os llevo en el corazón; a vosotros que sois partícipes de mi gracia en mis cadenas y en la defensa y consolidación del Evangelio: Pues testigo me es Dios de cuanto os amo a todos en la entrañas de Cristo Jesús. Y pido esto: que vuestra caridad crezca todavía más en conocimiento y en toda sabiduría, para que sepáis discernir lo mejor, a fin de que seáis puros y sin tacha para el día de Cristo, llenos del fruto de la justicia que es por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.