24.4.06

Surco Nº 481, Autor: San Josemaría

Mira tu conducta con detenimiento. Verás que estás lleno de errores, que te hacen daño a ti y quizá también a los que te rodean. -Recuerda, hijo, que no son menos importantes los microbios que las fieras. Y tú cultivas esos errores, esas equivocaciones -como se cultivan los microbios en el laboratorio-, con tu falta de humildad, con tu falta de oración, con tu falta de cumplimiento del deber, con tu falta de propio conocimiento... Y, después, esos focos infectan el ambiente. -Necesitas un buen examen de conciencia diario, que te lleve a propósitos concretos de mejora, porque sientas verdadero dolor de tus faltas, de tus omisiones y pecados.

23.4.06

Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 54, Autor: Francisco Fernández Carvajal

En los primeros siglos la difusión del cristianismo se realizó principalmente por el testimonio personal de los cristianos que se convertían. Era una predicación sencilla de la Buena Nueva: de hombre a hombre, de familia a familia; entre quienes tenían el mismo oficio, entre vecinos; en los barrios, en los mercados, en las calles. Hoy también quiere el Señor que el mundo, la calle, el trabajo, las familias sean el cauce para la transmisión de la fe.

Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 54, Autor: Francisco Fernández Carvajal

Si no veo la señal de los clavos en sus manos, y no meto mi dedo en esa señal de los clavos y mi mano en su costado, no creeré. Los que habían compartido con él aquellos tres años y con quienes por tantos lazos estaba unido, le repetirían de mil formas diferentes la misma verdad, que era su alegría y su seguridad: ¡Hemos visto al Señor! Tomás pensaba que el Señor estaba muerto. Los demás le aseguraban que vive, que ellos mismos lo han visto y oído, que han estado con Él. Así hemos de hacer nosotros: para muchos hombres y para muchas mujeres Cristo es como si estuviera muerto, porque apenas significa nada para ellos, casi no cuenta en su vida. Nuestra fe en Cristo resucitado nos impulsa a ir a esas personas, a decirles de mil formas diferentes que Cristo vive, que nos unimos a Él por la fe y lo tratamos cada día, que orienta y da sentido a nuestra vida.

11.4.06

Evangelio según San Mateo 18, 19-20

También os lo aseguro: si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir alguna cosa, les será otorgada por mi Padre que está en los cielos. Pues donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

10.4.06

Evangelio según San Mateo 18, 6

Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una piedra de molino de las que mueven los asnos y lo hundan en el fondo del mar

9.4.06

Evangelio según San Mateo 17, 20

Porque os aseguro que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: "Trasládate de aquí allá" y se trasladará y nada os será imposible.

8.4.06

Constitución Pastoral Gaudium et Spes, Nº 4

Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico. Y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica. Mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones políticas, sociales, económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se aumenta la comunicación de las ideas; sin embargo, aun las palabras definidoras de los conceptos más fundamentales revisten sentidos harto diversos en las distintas ideologías. Por último, se busca con insistencia un orden temporal más perfecto, sin que avance paralelamente el mejoramiento de los espíritus.
Afectados por tan compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos difícilmente llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo tiempo con los nuevos descubrimientos. La inquietud los atormenta, y se preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El curso de la historia presente en un desafío al hombre que le obliga a responder.

7.4.06

Homilía en la Misa por la elección del Papa, Autor: Cardenal Joseph Ratzinger

Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, es etiquetado con frecuencia como fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, el dejarse llevar «zarandear por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud que está de moda. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que sólo deja como última medida el propio yo y sus ganas.

6.4.06

Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 32, Autor: Francisco Fernández Carvajal

¿Somos verdaderamente un foco de luz, en medio de tanta oscuridad, o estamos aún atenazados por la pereza o los respetos humanos? Nos ayudará a ser más apostólicos y vencer los obstáculos el considerar en la presencia del Señor que las personas que se han cruzado en el camino de nuestra vida tenían derecho a que les ayudásemos a conocer mejor a Jesús. ¿Hemos cumplido con ese deber de cristianos? Ojalá no puedan reprocharnos -en esta vida o en la otra- que los hayamos privado de esa ayuda: hominem non habeo no he tenido quien me diera un poco de luz entre tanta oscuridad.

4.4.06

Via Crucis, Autor: San Josemaría

- Nicodemo y José de Arimatea - discípulos ocultos de Cristo- interceden por el desde los altos cargos que ocupan. En la hora de la soledad, del abandono total y del desprecio..., entonces dan la cara audacter (Mc XV,43)...: valentía heroica!
- Yo subiré con ellos al pie de la Cruz, me apretaré al Cuerpo frío, cadáver de Cristo, con el fuego de mi amor..., lo desclavaré con mis desagravios y mortificaciones..., lo envolveré con el lienzo nuevo de mi vida limpia, y lo enterraré en mi pecho de roca viva, de donde nadie me lo podrá arrancar, y ahí, Señor, descansad!
- Cuando todo el mundo os abandone y desprecie..., serviam!, os serviré, Señor.

3.4.06

Zacarías 13, 6

Y si alguno le pregunta: ¿Qué cicatrices son esas que hay en tus manos? El responderá: Las que me hicieron en la casa de los que me aman.

2.4.06

Evangelio según San Mateo 12, 36-37

Os digo, por tanto: de toda palabra ociosa que digan los hombres darán cuenta el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado

1.4.06

Evangelio según San Lucas 19, 41-42

Al acercarse y ver la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: "¡Si supieras también tú en este día lo que te lleva a la paz!" Pero ahora está oculto a tus ojos

Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 32, Autor: Francisco Fernández Carvajal

Cierto día -narra el Evangelio de la Misa de hoy- los judíos enviaron a los guardias del Templo para prender a Jesús. Cuando regresaron, y ante la pregunta de sus jefes: ¿Cómo no lo habéis traído?, los guardias respondieron: Jamás nadie ha hablado así . Es de suponer que aquellos sencillos servidores estuvieron un rato entre la gente, esperando el momento oportuno para prender al Señor, pero se quedaron maravillados de la doctrina de Jesús. ¡Cuántos cambiarían la actitud si nosotros lográramos dar a conocer la figura de Cristo, la verdadera imagen que profesa nuestra Madre la Iglesia! Qué ignorancia tan grande, después de veinte siglos, la de nuestro mundo e incluso la de muchos cristianos!