9.3.08

Amigos de Dios, N' 171, Autor: San Josemaría

Hemos de sostener el derecho de todos los hombres
a vivir,
a poseer lo necesario para llevar una existencia digna,
a trabajar y a descansar,
a elegir estado,
a formar un hogar,
a traer hijos al mundo dentro del matrimonio y poder educarlos,
a pasar serenamente el tiempo de la enfermedad o de la vejez,
a acceder a la cultura,
a asociarse con los demás ciudadanos para alcanzar fines lícitos,
y, en primer término, a conocer y amar a Dios con plena libertad

Hablar con Dios, Tomo 2, N' 33, Autor: Francisco Fernández Carvajal

no podemos olvidar los cristianos que cuando, mediante nuestro apostolado personal, acercamos a los hombres a Dios, estamos haciendo un mundo más humano y más justo. Además, nuestra fe nos urge a no eludir jamás el compromiso personal en defensa de la justicia, de modo particular en aquellas manifestaciones más relacionadas con los derechos fundamentales de la persona: el derecho a la vida, al trabajo, a la educación, a la buena fama...