17.2.06

Evangelio según San Lucas 4,16-21

Llegó a Nazaret, donde se había criado, y, según su costumbre, entró en la sinagoga el sábado, y se levantó para leer. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrrollando el libro, encontró el pasaje donde está escrito: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para evagelizar a los pobres, para predicar a los cautivos la redención y devolver la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y promulgar una año de gracia del Señor". Después de enrrollar el libro, lo devolvió al ministro, y se sentó. Todos en la sinagoga tenían sus ojos puestos en él. Y comenzó a decirles: "Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír".

Isaías 61, 1-3

El espíritu del Señor Yavé está en mí,
porque Yavé me ha ungido.
Me ha envíado a llevar la buena nueva a los pobres,
a curar a los corazones oprimidos,
a anunciar la libertad a los cautivos,
la liberación a los presos;

a proclamar un año de gracia de Yavé,
un día de venganza para nuestro Dios.
A consolar a todos lo afligidos.

a dar a todos los afligidos de Sión
una diadema en lugar de ceniza,
el óleo de alegría en lugar del vestido de luto,
alabanza en lugar de espíritu caído.
Se les llamará "Encinas de justicia,
plantación de Yavé para su gloria".