11.1.13

Salmo 78, 3-8


Lo que hemos oído y aprendido,
lo que nos contaron nuestros padres,

no queremos ocultarlo a nuestros hijos,
lo narraremos a la próxima generación:
son las glorias del Señor y su poder,
las maravillas que él realizó.

El dio una norma a Jacob,
estableció una ley en Israel,
y ordenó a nuestros padres
enseñar estas cosas a sus hijos.

Así las aprenderán las generaciones futuras
y los hijos que nacerán después;
y podrán contarlas a sus propios hijos,

para que pongan su confianza en Dios,
para que no se olviden de sus proezas
y observen sus mandamientos.

Así no serán como sus padres,
una raza obstinada y rebelde,
una raza de corazón inconstante
y de espíritu infiel a Dios: