13.6.13

Homilía sobre el evangelio de Marcos, n° 9 - 8; SC 494, Autor: San Jerònimo


Cuando leo el evangelio y encuentro testimonios de la Ley y de los 
profetas, no considero en ello otra cosa que a Cristo. Cuando contemplo a 
Moisés, cuando leo a los profetas es para comprender lo que dicen de 
Cristo. El día que habré llegado a entrar en el resplandor de la luz de 
Cristo y brille en mis ojos como la luz del sol, ya no seré capaz de mirar 
la luz de una lámpara. Si alguien enciende una lámpara en pleno día, la 
luz de la lámpara se desvanece. Del mismo modo, cuando uno goza de la 
presencia de Cristo, la Ley y los profetas desaparecen. No quito nada a la 
gloria de la Ley y de los profetas; al contrario, los enaltezco como 
mensajeros de Cristo. Porque cuando leo la Ley y los profetas, mi meta no 
es la Ley y los profetas sino, por la Ley y los profetas quiero llegar a 
Cristo.