26.4.09

Simón Pedro, Capítulo 5; Autor: George Chevrot

El que cree ser su propio maestro, de hecho obedece a sus pasiones. El que sacude el yugo de la autoridad divina apoya su rebeldía en la autoridad de una palabra humana. El que se rebela contra sus jefes providenciales se entrega a agitadores; tiembla ante el qué dirán y aúlla con los lobos. El que protesta muy alto contra la tutela de la religión, se sujeta, sin saberlo, a otros maestros indignos de un alma libre. Su maestro es la opinión, un libro, un camarada, intereses de clase, el más tirano de todos, su propio apetito siempre insaciable.