![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGfHijqPXjveCHTZv7Yzzx8HCaGdRmF_m1EOSuKOeCmXdzQoWBPaaVUlhqg9llGjaUl7aIwDh8AuTwNodJgVEBQu6r30KJ-KRvmflLsuzPosUizAGBdK66WKbi26YTZWOAl2hALA/s200/Duuc%252520thinking.jpg)
- Jesús- le decía- tiene necesidad de almas que, con gran naturalidad y con gran entrega de sí mismas, vivan en el mundo una vida íntegramente cristiana.
Pero en sus ojos se transparentaba la resistencia de su alma; y sus palabras aducían justificaciones contra cuanto su voluntad se negaba a aceptar. Pocos minutos después resumió con sinceridad lo que, hasta entonces, quizá no se hubiera dicho ni aun a sí mismo:
- No puedo vivir como usted dice, porque soy muy ambicioso.
Y recuerdo lo que le respondí:
- Mira: tienes enfrente a un hombre mucho más ambicioso que tú, a un hombre que quiere ser santo. Pues mi ambición es tanta, que no se contenta con ninguna cosa terrena: ambiciono a Jesucristo, que es Dios, y al Paraíso, que es su gloria y su felicidad, y la vida eterna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario