8.4.09
Simón Pedro, Capítulo 2; Autor: George Chevrot
Copiemos el ejemplo de la actividad de la Iglesia: Siempre está empezando de nuevo. Se le confiscan sus bienes, le clausuran los edificios y reedifica otros. Siempre está ocupada en construir: templos escuelas, centros de caridad. Sus instituciones y obras que participan en la evolución de la sociedad, ¿se han vuelto anticuadas, inoperantes? No se obstina, crea otras nuevas, más adaptadas a las dificultades del día. La Iglesia, que tiene las promesas de eternidad y cuyo dogma no cambia nunca, no cree que ha creado algo definitivo en sus obras de apostolado; constantemente perfecciona sus instrumentos de conquista con la habilidad que la caracteriza en equilibrar exactamente la parte de tradición que tiene que conservar y la de los progresos que la mejoran. Como su primer jefe, echa una y otra vez las redes siempre, porque, como él se fía de la palabra de Jesús, in verbo tuo.
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