20.1.11
Libreta de Apuntes, Autor: San Alberto Hurtado
Llegará un momento en que la Santísima Trinidad se apiadará del desorden y miseria que reinan en mi alma y Jesús querrá encarnarse en mí. No podrá hacerlo si María no está en mi corazón. Que mi corazón sea su Nazareth: oración, silencio, tranquilidad. Para la tranquilidad confianza en ella y en Jesús.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario