9.3.17

Vida y doctrina de Rabban Youssef Bousnaya; Autor: Jean Bar Kaldoum


La misericordia es la imagen de Dios, y el hombre compasivo es, en efecto, un Dios habitando en la tierra. De la misma manera que Dios es misericordioso para con todos, sin distinción alguna, igualmente el hombre compasivo hace llegar a todos sin distinción sus favores.

Hijo mío, sé compasivo y derrama tus favores sobre todos, a fin de que puedas ser elevado hasta la divinidad… Procura no dejarte seducir por este pensamiento que te podría parecer atractivo: “Es mejor que sea compasivo con el que tiene la misma fe que yo, que no por aquel que nos es extraño”. No es esta la misericordia perfecta que imita a 
Dios que derrama su favores sobre todos, sin estar celoso, sino “que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos” (Mt 5,45)…

“Dios es amor” (1Jn 4,8); su esencia es amor, y su amor es su misma esencia. Por su amor, nuestro Creador, se ha visto impulsado a crearnos. El hombre que posee la caridad, es verdaderamente Dios en medio de los hombres.



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