17.2.08
JUAN PABLO II, Discurso, 11-X-1985
Se necesitan heraldos del Evangelio expertos en humanidad, que conozcan a fondo el corazón del hombre de hoy, participen de sus gozos y esperanzas, de sus angustias y tristezas, y al mismo tiempo sean contemplativos, enamorados de Dios. Para esto se necesitan nuevos santos. Debemos suplicar al Señor que aumente el espíritu de santidad en la Iglesia y nos mande santos para evangelizar el mundo de hoy.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario