25.12.10
Evangelio según San Juan 1,1-18
Carta a los Hebreos 1,1-3
18.12.10
Camino Nº 405, Autor: San Josemaría
fracasar. No has fracasado: has adquirido experiencia. - Adelante!
Hablar con Dios, Tomo I, Nº 21, Autor: Francisco Fernández Carvajal
17.12.10
Evangelio según San Juan 13, 15
4.12.10
Discurso de S. S. Benedicto XVI ante los Obispos Portugueses, (13 de mayo 2010)
15.11.10
Apocalipsis 2,2-5
1.11.10
Hablar con Dios, Tomo 7, Nº 38 ; Autor: Francisco Fernández Carvajal
Los bienaventurados que alcanzaron ya el Cielo son muy diferentes entre sí, pero tuvieron en esta vida terrena un común distintivo: vivieron la caridad con quienes les rodeaban. El Señor dejó dicho: en esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis unos a otros(Jn 13, 34-35). Esta es la característica de los Santos, de aquellos que están ya en la presencia de Dios.
Nosotros nos encontramos caminando hacia el Cielo y muy necesitados de la misericordia del Señor que es grande y nos mantiene día a día. Hemos de pensar muchas veces en él y en las gracias que tenemos, especialmente en los momentos de tentación o de desánimo.
Allí nos espera una multitud incontable de amigos. Ellos «pueden prestarnos ayuda, no solo porque la luz del ejemplo brilla sobre nosotros y hace más fácil a veces que veamos lo que tenemos que hacer, sino también porque nos socorren con sus oraciones, que son fuertes y sabias, mientras las nuestras son tan débiles y ciegas.
24.10.10
¿QUÉ TENGO YO, QUE MI AMISTAD PROCURAS?; Autor: Rafael y Lope de Vega
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
23.10.10
Proslogion, Capítulo 1: Autor: San Anselmo de Canterbury
17.10.10
Segunda carta de San Pablo a Timoteo 3,14-17
13.10.10
SALMO 120
Levanto mis ojos a las montañas:
¿de dónde me vendrá la ayuda?
2 La ayuda me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
3 Él no dejará que resbale tu pie:
¡tu guardián no duerme!
4 No, no duerme ni dormita
él guardián de Israel.
5 El Señor es tu guardián,
es la sombra protectora a tu derecha:
6 de día, no te dañará el sol,
ni la luna de noche.
7 El Señor te protegerá de todo mal
y cuidará tu vida.
:8 Él te protegerá en la partida y el regreso,
ahora y para siempre.
10.10.10
Evangelio según San Lucas 17, 11-19
Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: "Jesús, maestro, ten compasión de nosotros."
Al verlos, les dijo: "Id a presentaros a los sacerdotes."
Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.
Éste era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo: "¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?"
Y le dijo: "Levántate, vete; tu fe te ha salvado."
7.10.10
Hablar con Dios, Tomo 5, Nº ; Autor: Francisco Fernández Carvajal
Cuando decimos a Dios: Padre nuestro no le presentamos solamente nuestra pobre oración, sino también la adoración de toda la tierra. Por la Comunión de los Santos sube ante Dios una oración permanente en nombre de la humanidad. Oramos por todos los hombres, por los que nunca supieron orar, o ya no saben, o no quieren hacerlo. Prestamos nuestra voz a quienes ignoran o han olvidado que tienen un Padre todopoderoso en los Cielos. Damos gracias por aquellos que se olvidan de darlas. Pedimos por los necesitados que no saben que tienen tan cerca la fuente de las gracias. En nuestra oración vamos cargados con las inmensas necesidades del mundo entero. En nuestro recogimiento interior, mientras nos dirigimos a nuestro Padre Dios, nos sentimos como delegados de todos los que padecen necesidad, especialmente de aquellos que Dios puso a nuestro lado o a nuestro cuidado.
También nos será de gran consuelo considerar que cada uno de nosotros participa de la oración de todos los hermanos. En el Cielo tendremos la alegría de conocer a todos aquellos que intercedieron por nosotros, y también la cantidad incontable de cristianos que ocupaban nuestro lugar cuando nos olvidábamos de hacerlo, y que de este modo nos han obtenido gracias que no hemos pedido. ¡Cuántas deudas por saldar!
5.10.10
Deuteronomio 8,7-18.
2.10.10
Éxodo, 23, 20-23
25.9.10
Camino Nº 631, Autor: San Josemaría
de espíritu: conténtate con lo que basta para pasar la vida sobria y
templadamente. -Si no, nunca serás apóstol.
19.8.10
Ezequiel 36, 26-28
14.8.10
Primera carta de San Pedro 1, 3-9
SALMO 22
14.7.10
¿A qué viene tanto miedo?, Autor: Thomas,un irlandés en Tenerife
Me hace gracia cuando la gente dice:
- No, yo soy el dueño de mi vida, yo hago lo que quiera.
Y siempre les pregunto una cosa:
- ¿Cuándo naciste?
- Tal sitio, tal fecha.
- ¿Por qué naciste tú en se día, en ese lugar?
- Ah, yo no se, no tenía nada que ver.
- Y ¿Cuándo vas a morir?
- Ay no sé.
- Entonces tú dices que eres el dueño de tu vida y no tienes ni la más remota idea sobre las dos fechas más importantes: el inicio y el final. ¿Cómo vas a decir tú que eres el dueño de tu vida? Tu vida es un regalo de Dios.
4.7.10
SALMO 90, 1-13
y resides a la sombra del Todopoderoso,
di al Señor: "Mi refugio y mi baluarte,
mi Dios, en quien confío".
Él te librará de la red del cazador
y de la peste perniciosa;
te cubrirá con sus plumas,
y hallarás un refugio bajo sus alas.
No temerás los terrores de la noche,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que acecha en las tinieblas,
ni la plaga que devasta a pleno sol.
Aunque caigan mil a tu izquierda
y diez mil a tu derecha,
tú no serás alcanzado:
su brazo es escudo y coraza.
Con sólo dirigir una mirada,
verás el castigo de los malos,
porque hiciste del Señor tu refugio
y pusiste como defensa al Altísimo.
No te alcanzará ningún mal,
ninguna plaga se acercará a tu carpa,
porque él te encomendó a sus ángeles
para que te cuiden en todos tus caminos.
.
Evangelio según San Lucas 10, 5-6
29.6.10
Evangelio según San Mateo 6, 9-13
Ustedes oren de esta manera:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
15.5.10
Homilía de S. S. Benedicto XVI en Oporto, 14 de mayo de 2010
Por experiencia personal y común, sabemos bien que es a Jesús a quien todos esperan. De hecho, los anhelos más profundos del mundo y las grandes certezas del Evangelio se unen en la inexcusable misión que nos compete, puesto que “sin Dios el hombre no sabe adónde ir ni tampoco logra entender quién es. Ante los grandes problemas del desarrollo de los pueblos, que nos impulsan casi al desasosiego y al abatimiento, viene en nuestro auxilio la palabra de Jesucristo, que nos hace saber: ‘Sin mí no podéis hacer nada’ (Jn 15, 5). Y nos anima: ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo’ (Mt 28, 20)” (Enc. Caritas in veritate, 78).
Aunque esta certeza nos conforte y nos dé paz, no nos exime de salir al encuentro de los demás. Debemos vencer la tentación de limitarnos a lo que ya tenemos, o creemos tener, como propio y seguro: sería una muerte anunciada, por lo que se refiere a la presencia de la Iglesia en el mundo, que por otra parte, no puede dejar de ser misionera por el dinamismo difusivo del Espíritu. Desde sus orígenes, el pueblo cristiano ha percibido claramente la importancia de comunicar la Buena Noticia de Jesús a cuantos todavía no lo conocen. En estos últimos años, ha cambiado el panorama antropológico, cultural, social y religioso de la humanidad; hoy la Iglesia está llamada a afrontar nuevos retos y está preparada para dialogar con culturas y religiones diversas, intentando construir, con todos los hombres de buena voluntad, la convivencia pacífica de los pueblos. El campo de la misión ad gentes se presenta hoy notablemente dilatado y no definible solamente en base a consideraciones geográficas; efectivamente, nos esperan no solamente los pueblos no cristianos y las tierras lejanas, sino también los ámbitos socio-culturales y sobre todo los corazones que son los verdaderos destinatarios de la acción misionera del Pueblo de Dios.
14.5.10
Primera carta de San Pedro 2, 1-6
Renuncien a toda maldad y a todo engaño, a la hipocresía, a la envidia y a toda clase de maledicencia. Como niños recién nacidos, deseen la leche pura de la Palabra, que los hará crecer para la salvación, ya que han gustado qué bueno es el Señor.
Al acercarse a él, la piedra viva, rechazada por los hombres pero elegida y preciosa a los ojos de Dios, también ustedes, a manera de piedras vivas, son edificados como una casa espiritual, para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo. Porque dice la Escritura: Yo pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa: el que deposita su confianza en ella, no será confundido.
6.5.10
Evangelio según San Juan 15, 15
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 80; Autor: Francisco Fernández Carvajal
2.5.10
Es Cristo que Pasa Nº 167, Autor: San Josemaría
Si queremos ayudar a los demás, hemos de amarles, insisto, con un amor que sea comprensión y entrega, afecto y voluntaria humildad. Así entenderemos por qué el Señor decidió resumir toda la Ley en ese doble mandamiento, que es en realidad un mandamiento solo: el amor a Dios y el amor al prójimo, con todo nuestro corazón .
Quizá penséis ahora que a veces los cristianos -no los otros: tú y yo- nos olvidamos de las aplicaciones más elementales de ese deber. Quizá penséis en tantas injusticias que no se remedian, en los abusos que no son corregidos, en situaciones de discriminación que se trasmiten de una generación a otra, sin que se ponga en camino una solución desde la raíz.
No puedo, ni tengo por qué, proponeros la forma concreta de resolver esos problemas. Pero, como sacerdote de Cristo, es deber mío recordaros lo que la Escritura Santa dice. Meditad en la escena del juicio, que el mismo Jesús ha descrito: apartaos de mí, malditos, e id al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; fui peregrino y no me recibisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo y encarcelado, y no me visitasteis .
Un hombre o una sociedad que no reaccione ante las tribulaciones o las injusticias, y que no se esfuerce por aliviarlas, no son un hombre o una sociedad a la medida del amor del Corazón de Cristo. Los cristianos -conservando siempre la más amplia libertad a la hora de estudiar y de llevar a la práctica las diversas soluciones y, por tanto, con un lógico pluralismo-, han de coincidir en el idéntico afán de servir a la humanidad. De otro modo, su cristianismo no será la Palabra y la Vida de Jesús: será un disfraz, un engaño de cara a Dios y de cara a los hombres.
25.4.10
Simón Pedro, Rialp, Madrid 1967, pp. 126-127; Autor: George Chevrot
6.4.10
Evangelio según San Lucas 24, 28-32
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
27.3.10
La Puerta Angosta, autor: Federico Suarez
¿qué esperanza le queda al mundo si los que deben salvarlo, por ignorar la doctrina de la salvación, se han hecho incapaces de darle nada, pues ellos mismos tienen aún sus propias inteligencias sin salvar?
Nuestra debilidad, nuestra negligencia, nuestra mediocridad esta haciendo mucho daño a toda la Iglesia, lo cual equivale a decir a todos los demás. Y nadie tiene derecho a hacer daño a otros.
artículo completo en: con toda tu mente
Evangelio según San Lucas 1, 46-55
20.3.10
Surco Nº 941, Autor: San Josemaría
Evangelio según San Lucas 12, 11-12
14.3.10
Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 9, 7-8
Vía Crucis, II; Autor: San Josemaría
Segunda Carta de San Pablo a los Corintios 5, 18-21
26.2.10
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA CUARESMA 2010
20.2.10
Hablar con Dios, Tomo 2, Nº 4; Autor: Francisco Fernández Carvajal
No lo olvidemos tampoco si alguna vez en nuestro apostolado personal nos pareciera que alguien tiene una enfermedad del alma sin aparente solución. Sí la hay, siempre. Quizá el Señor espera de nosotros más oración y mortificación, más comprensión y cariño.
«Se curarán todas tus enfermedades –dice San Agustín–. “Pero es que son muchas”, dirás. Más poderoso es el Médico. Para el Todopoderoso no hay enfermedad insanable; tú déjate sólo curar, ponte en sus manos»(San Agustín, Comentario al Salmo 102).
2.2.10
Libro de la Sabiduría 7, 7-11
supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la Sabiduría.
La preferí a los cetros y a los tronos,
y tuve por nada las riquezas en comparación con ella.
No la igualé a la piedra más preciosa,
porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena;
y la plata, a su lado, será considerada como barro.
La amé más que a la salud y a la hermosura,
y la quise más que a la luz del día,
porque su resplandor no tiene ocaso.
Junto con ella me vinieron todos los bienes,
y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable.
24.1.10
Encíclica Ad Petri Cathedram Nº 6, Autor: San Juan XXIII
ENGLISH:
All the evils which poison men and nations and trouble so many hearts have a single cause and a single source: ignorance of the truth—and at times even more than ignorance, a contempt for truth and a reckless rejection of it. Thus arise all manner of errors, which enter the recesses of men's hearts and the bloodstream of human society as would a plague. These errors turn everything upside down: they menace individuals and society itself.
22.1.10
Hablar con Dios, Tomo 3, Nº 14; Autor: Francisco Fernández Carvajal
La primera decisión en el seguimiento de Cristo constituye el fundamento de otras muchas respuestas a lo largo de la vida. La fidelidad se hace día a día, ordinariamente en cosas que parecen de poca trascendencia, en los pequeños deberes de la jornada, rechazando todo aquello que pueda dañar lo que es la esencia de nuestro vivir.
16.1.10
Primera carta de San Juan 2, 8-11
11.1.10
Hablar con Dios; Tomo 3 Nº 1, Autor: Francisco Fernández Carvajal
10.1.10
Hablar con Dios, Tomo I, Nº 51; Autor: Francisco Fernández Carvajal
“Y en la Iglesia, precisamente por el bautismo, somos llamados todos a la santidad” (Cfr. IDEM, const. Lumen gentium, 11 y 42), cada uno en su propio estado y condición, y a ejercer el apostolado. “La llamada a la santidad y la consiguiente exigencia de santificación personal, es universal: todos, sacerdotes y laicos, estamos llamados a la santidad; y todos hemos recibido, con el bautismo, las primicias de esa vida espiritual que, por su misma naturaleza, tiende a la plenitud” (A. DEL PORTILLO, Escritos sobre el sacerdocio, Ed. Palabra, 50 ed. 1979, p. 111).
Otra verdad íntimamente unida a esta condición de miembro de la Iglesia es la del carácter sacramental, “un cierto signo espiritual e indeleble” impreso en el alma (Dz 852). Es como el resello de posesión de Cristo sobre el alma del bautizado. Cristo tomó posesión de nuestra alma en el momento de ser bautizado. Él nos rescató del pecado con su Pasión y Muerte.
Con estas consideraciones comprendemos bien el deseo de la Iglesia de que los niños reciban pronto estos dones de Dios (S. C. PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción, 20-X-1980; Cfr. Código de Derecho Canónico, canon 867). Desde siempre ha urgido a los padres para que bauticen a sus hijos cuanto antes. Es una muestra práctica de fe. No se atenta a su libertad, como no se les causó agravio alguno por darles la vida natural, ni por alimentarles, limpiarles y curarles, cuando no podían ellos pedir estos bienes. Por el contrario, tienen derecho a recibir esa gracia. ¡Qué buen apostolado habremos de hacer en muchos casos!: con amigos, compañeros, conocidos...
En el caso del Bautismo está en juego algo infinitamente mayor que ningún otro bien: la gracia y la fe; quizá, la salvación eterna. Sólo por ignorancia y por una fe dormida se puede explicar que muchos niños queden privados, por sus propios padres ya cristianos, del mayor don de su vida. Nuestra oración se dirige a Dios hoy, para que no permita que esto suceda.
Hemos de agradecer a nuestros padres que, quizá a los pocos días de nacer, nos llevaran a recibir este santo sacramento.