«La participación del cuerpo y de la sangre de Cristo no hace otra cosa sino convertirnos en lo que recibimos, y que seamos portadores, en nuestro espíritu y en nuestra carne, de aquel en quien y con quien hemos sido muertos, sepultados y resucitados»
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario