15.8.24

Camino Nº 483, Autor: San Josemaría

 Ánimo! Tú... puedes. ¿Ves lo que hizo la gracia de Dios con aquel Pedro dormilón, negador y cobarde..., con aquel Pablo perseguidor, odiador y pertinaz?


Audiencia general de S. S. Benedicto XVI, 25 de Abril de 2012

Si los pulmones de la oración no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, corremos el peligro de asfixiarnos en medio de los mil afanes de cada día. La oración es la respiración del alma y de la vida.