11.11.23

Carta del 14 de febrero de 2017, n. 12. Autor: Mons. Fernando Ocáriz

El buen ejemplo y el esmerado cumplimiento de las obligaciones profesionales, familiares y sociales, son imprescindibles para ayudar a otras personas a seguir al Señor. Nuestro Padre nos ha enseñado que el prestigio profesional, considerado como auténtico servicio, es anzuelo de pescador de hombres[San Josemaría, Camino, n. 372.]: la fe ilumina la inteligencia y da sentido a la vida, hace descubrir aquella nueva dimensión que lleva a la Vida en Cristo.

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